Las cifras del ciberacoso no para de subir año tras año. El uso masivo de Internet a edades tempranas está convirtiendo a los más jóvenes en las víctimas perfectas del ciberacoso.
En edades que van desde los 12 a los 17 años, uno de cada cuatro niños ha tenido una mala experiencia y ha sido acosado a través de la red.
Los efectos pueden ser devastadores, tanto o más como el acoso físico y las consecuencias pueden ser más graves de lo que se puede pensar en un primer momento.
El rendimiento escolar puede bajar drásticamente y lo niños pueden tener problemas al volverse más reservados y desconfiados.
En los casos más graves algunos niños se vuelven violentos, pueden caer en una depresión y llegar incluso a hacerse daño ellos mismos.
Internet y las redes sociales ofrecen las herramientas necesarias para que los acosadores puedan actuar impunemente, o al menos eso piensan ellos ya que con una denuncia la policía tienen herramientas para dar con los acosadores virtuales.
Evitar el ciberacoso es difícil ya que la única forma de poder evitarlo sería el control continuo por parte de los padres de la actividad del niño en Internet, algo que hoy en día parece muy difícil de lograr.
Lo que si que pueden hacer los padres es estar muy atentos ante los síntomas de la agresión para actuar ante ella lo antes posible y que los efectos negativos tengan la menor repercusión en el menor.
Kaspersky Lab es la empresa más grande del mundo que se dedica a la protección en Internet entre otras cosas y ha realizado un informe con 5 recomendaciones para apoyar a los menores que sufren el ciberacoso.
Apoyo Incondicional al Menor
En ocasiones los padres suelen recriminar al menor el porqué han entrado en tal sitio o porqué han realizado tal acción.
Eso es un error. En cuanto un padre se encuentra con un caso de ciberacoso el apoyo debe de ser incondicional haya pasado lo que haya pasado. El cariño, la comprensión y el apoyo son fundamentales en la primera etapa para resolver el problema.
No Restarle Importancia
No hay que volverse loco ante un caso de ciberacoso pero tampoco hay que restarle importancia ya que la tiene.
Los menores que sufren ciberacoso en ocasiones no son capaces de pensar de la forma racional que suelen hacerlo. El acto del ciberacoso será lo único que el menor tendrá en la cabeza y no podrá dejar de pensar en ello.
Pasará por una etapa emocional de vulnerabilidad y lo padres deben de estar ahí para transmitirle confianza. Deben de darle a entender que son conscientes de la gravedad de la situación y que comprenden la frustración que sufren los menores ante el ciberacoso.
No Culpar Nunca al Menor acosado
Aunque el menor sea el culpable de haberse metido en la situación nunca hay que culparlo.
Por ejemplo si han enviado una imagen comprometedora y esa es la causa del ciberacoso no hay que decirle cosas como ¿Y tu para que envías nada? ya que el menor perderá la confianza con el adulto y se encerrará en si mismo.
La Empatía es Fundamental
Una vez el menor sufre ciberacoso debemos ser muy empático. Hay que explicarles que comprendemos la gravedad del problema y que nos ponemos en su lugar.
También es bueno contarles que nosotros mismos hemos vivido situaciones parecidas y que gracias a la ayuda de otras personas pudimos resolver el problema.
Eso si, nunca hay que decirles que nosotros sufrimos más o que nuestro caso fue más importante que el que está sufriendo.
Hablar del Problema es lo Mejor
La comunicación es muy importante. Sin llegar a presionar y cuando se tenga toda la confianza del menor, nunca antes, hay que hablar abiertamente de lo que ha pasado.
El niño debe de expresarse con sus propias palabras, dejarle hablar sin anticiparnos a lo que vaya a decir. Cuando el menor se libere y se abra, la carga del ciberacoso será mucho más ligera para el.